En el presente post os explicaremos aplicaciones de RV/RA para empresas, y nos centraremos en la mejora de las Hard Skills. Si queréis saber cómo mejorar las Soft Skills, os lo explicamos en este otro post.
En el post de hoy se exponen las aplicabilidades de las tecnologías inmersivas en el campo empresarial, más concretamente en la formación de Hard Skills para profesionales. Aunque, como ya indicamos en el post anterior, las Soft Skills son esas capacidades y habilidades interdisciplinares que marcan la diferencia a la hora de valorar un profesional, hay toda una serie de conocimientos técnicos que siguen siendo primordiales en el desempeño de los empleos más importantes.
En el sector industrial, cada vez necesitamos un conocimiento técnico más elevado y afinado, pues la tecnología y la maquinaria avanzan, y nosotros con ellas. En este sentido, la reparación y el mantenimiento de maquinaria son tareas de alta vigencia, y las tecnologías inmersivas tienen mucho que aportar en este campo. Una de las herramientas inmersivas con más éxito para estas tareas es la asistencia técnica remota, que permite compartir en tiempo real mediante tecnología streaming el espacio donde nos encontramos o la máquina que queremos reparar, a través de nuestro smartphone o mediante gafas inteligentes.
Al ser una herramienta de Realidad Aumentada, ofrece grandes ventajas:
“UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA REALIDAD MIXTA ES QUE NO AÍSLA DEL LUGAR EN EL QUE UNO ESTÁ, SE SIGUE VIENDO EL ESPACIO DE TRABAJO, TANTO EN ENTORNOS INDUSTRIALES COMO DURANTE UNA OPERACIÓN. LO QUE CONSIGUE, A TRAVÉS DE HOLOGRAMAS, ES AUMENTAR ESA REALIDAD CON HERRAMIENTAS QUE AYUDAN A DESEMPEÑAR DE UNA FORMA MÁS EFICIENTE ESE TRABAJO”
– apunta José Antonio Lozano, Sales & Business Development en Plain Concepts, (Microsoft partners).
Se trata de una herramienta de problem solving efectivo con el que podemos pausar la imagen, marcar o destacar objetos en 3D, añadir texto, compartir la voz incluso con traducción simultánea, o añadir funcionalidades como el registro de incidencias. Esta herramienta revoluciona por completo el campo de la formación para profesionales en el momento en que integra el aprendizaje en el mismo puesto de trabajo. Es decir, ya no quedan dos esferas diferenciadas – la esfera del aprendizaje y la esfera de la puesta en práctica del mismo – sino que con la asistencia técnica remota podemos formar a un empleado, enseñarle cosas nuevas, al mismo tiempo que este desempeña sus tareas. Esto nos puede servir para optimizar tiempo y recursos en corto y largo plazo, así como aumentar nuestros beneficios y nuestra imagen de marca, porque:
– Ya no tenemos que esperar a que venga un asistente técnico de mantenimiento o reparación. Ahorramos en tiempo y en costes de desplazamiento del técnico.
– El empleado puede aprender a la vez que recibe ayuda del asistente especialista. Puede registrar las operaciones, utilizar “material de oficina virtual” (post-its, marcadores, subrayados, notas, check lists…) que quedan grabadas y que podrá consultar en otras ocasiones.
– Así, aumentamos el capital humano, potenciando las Hard Skills, creando redes de conocimiento horizontales y dinámicas intra e interdepartamentales. Además, con herramientas como la asistencia colaborativa mediante videollamada, podemos introducir a más de un interlocutor.
– Podemos añadir funcionalidades como el acceso a datos en tiempo real. Aprovecha las potencialidades que ofrecen el Big Data y las Analytics para ser más eficiente y efectivo.
– Incorporar estas tecnologías en la estructura empresarial supone todo un cambio de paradigma, supone apostar por el futuro. Con ello, nos posicionamos como empresa referente del sector, alineada con la tecnología y que está muy atenta a las últimas innovaciones del mercado. Sin duda, una ventaja competitiva que nos diferenciará del resto de empresas.
Pero, ¿con qué casos de éxito contamos en el uso de RV/RA para la mejora de las Hard Skills? Aquí te dejamos algunos ejemplos que puedes consultar acerca de estos casos de éxito. ¡Te animamos a que investigues otras noticias o a que imagines tu propio caso de éxito!
- Mahou San Miguel incorpora gafas de Realidad aumentada en la operativa de todos sus centros y manantiales.
- El Hospital Gregorio Marañón desarrolla un sistema de Realidad Aumentada para quirófano pionero en el mundo
- Thyssenkrupp explora el uso de realidad aumentada en procesos de producción
Hay otro sector que está muy pendiente de las potencialidades de las tecnologías inmersivas en el aprendizaje de las Hard Skills. Se trata de la formación de profesionales del mundo de la salud y el bienestar. Ya hablábamos en el anterior post sobre la importancia que tienen las Soft Skills en los profesionales. Y es cierto que, en este campo de la salud lo más importante son las personas, por lo que las Soft Skills son fundamentales. Hablando claro: no nos sirve de nada un médico muy entendido, por ejemplo, en estomatología, si luego no es capaz de informar a su paciente con asertividad y cercanía de la detección de un tumor en el estómago. Un buen diagnóstico y un buen tratamiento son imprescindibles, pero también lo es el trato humano y la relación médico-familias-paciente. Lo emocional y lo personal forman cada vez más parte del proceso médico y de la curación o acompañamiento del paciente. Si quieres saber más sobre este tema, aquí te dejamos un post sobre la formación de profesionales sanitarios mediante tecnologías inmersivas, así como un vídeo de un proyecto by Immersium para la mejora de la empatía médico-familias-paciente.
Pero, lo que nos ocupa hoy es la formación de las Hard Skills. ¿Qué pueden aportar las tecnologías inmersivas en este sentido?
Uno de los avances revolucionarios es el uso de la fotogrametría para realizar reproducciones digitales ultrarrealistas de órganos u otras partes del cuerpo humano. El fotorealismo de estas piezas hace que el alumno pueda conectar con la vida real de forma directa, porque se encuentra ante un objeto impactante, realista, que potencia su engagement y su aprendizaje. Pero la fotogrametría no es una tecnología inmersiva. Lo que podemos hacer es utilizar esta herramienta para incluir modelos 3D 360º realistas en experiencias de realidad aumentada y realidad virtual. Digamos pues que la fotogrametría es la tecnología que está “detrás” de ese realismo que caracteriza las experiencias inmersivas. Entonces, una vez tenemos el modelo 3D, por ejemplo, de un cerebro humano, qué podemos hacer?
En RA. Podemos incluir este modelo en un libro de texto tradicional, añadiéndolo como información digital al soporte analógico tradicional. La ventaja de incluir este modelo 3D mediante la RA reside en que, a diferencia de una fotografía tradicional, podrás interactuar: puedes acercar, alejar, mover, rotar y ver desde diversas perspectivas el objeto moviendo el dedo por tu pantalla táctil. También podemos añadir puntos de información (por ejemplo señalar las partes de un cerebro humano), o interacción dinámica como quizzes o desplegables.
En RV. Podemos integrar este modelo en una experiencia de realidad virtual. Con el hardware adecuado, podrías mover ese modelo (acercarlo, alejarlo, rotarlo, incluso abrirlo separar las partes del cerebro humano) con tus propias manos. Las funcionalidades interactivas de los quizzes, puntos de información y desplegables también tienen cabida en la RV. De hecho son más interesantes porque el aumento de la sensación de inmersión harán que la retención y el engagement del alumno se incremente en más de un 80%.
Hasta ahora hemos visto la aplicación más básica y sencilla de la fotogrametría y las tecnologías inmersivas en la formación de Hard Skills en profesionales de la salud. Pero esto puede complejizarse y enriquecerse mucho. Por ejemplo, a través de simuladores virtuales los profesionales pueden realizar operaciones o cirugías complejas y experimentar, sin que eso implique un riesgo para la salud de un paciente real. Como mejor se aprende es fallando, pero en campos como el de la salud no podemos permitirnos cometer errores: por eso la RV y la RA tienen mucho que ofrecer en este campo. También pueden diseñarse experiencias de realidad virtual en la que el usuario se adentre en un cuerpo humano, viendo sus diferentes partes y órganos, adentrándose en el interior de un organismo, mejorando así el conocimiento.
Hasta ahora hemos explorado con bastante detalle las ventajas que ofrecen las tecnologías inmersivas en cuanto a la formación de profesionales del sector industrial y el sanitario. Pero hay ventajas que trascienden la peculiaridad de estos sectores, pues una formación mediante las tecnologías inmersivas se diferencia de las tradicionales en que:
– Intensifica la efectividad del training porque aumenta los índices de retención, engagement y aprendizaje de los alumnos.
– Las respuestas e interacciones de los alumnos son totalmente monitoreables. Podemos emplearlas para que el alumno las consulte más tarde, o para crear bases de Big Data para la toma de decisiones.
– Se minimizan los costes de formación. Se simplifica la logística. Además, se ahorra tiempo, dinero y esfuerzo en la actividad formativa de la compañía
– Se obtiene una homogeneidad internacional en las formaciones que es imposible de conseguir mediante la formación tradicional (por ejemplo, un Role Play nunca tendrá los mismos outputs). Así nos aseguramos de que el profesional está aprendiendo los puntos claves que se esperan.
Además, a nivel psicopedagógico, las tecnologías inmersivas maximizan el aprendizaje porque:
- Incrementan el porcentaje de retención de los contenidos más de un 70%.
- Incrementan el engagement del usuario con la experiencia más de un 80%.
- Intensifican las emociones al convertir al alumno en el protagonista de la experiencia.
- Ponen en práctica el Active Learning: hacen del alumno un usuario activo que tiene que superar retos y pruebas para avanzar en la experiencia.
En el siguiente post seguiremos profundizando acerca de los beneficios que ofrecen las tecnologías inmersivas en el training y el learning. Si tienes cualquier duda o comentario no dudes en hacérnoslo llegar por nuestras redes sociales o utilizando nuestros datos de contacto.
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